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Viticultura sostenible: ¿Qué es y cómo afecta a nuestro viñedo?

viticultura sostenible

Si quieres saber cómo cuidamos nuestra tierra en Bodega LAUS y conocer algunos de los secretos y curiosidades de las prácticas de viticultura sostenible que se realizan en nuestros viñedos, ¡sigue leyendo!

LAUS proviene del latín y significa elogio, alabanza, consideración, nombre que refleja perfectamente nuestro espíritu, como también se puede ver en nuestra imagen, que representa la tierra en la simbología yi-king y plasma nuestra esencia: el territorio y el suelo sobre el que se asienta nuestro viñedo. Por eso, el departamento de Viticultura de la bodega, fiel a este compromiso, se esfuerza por aplicar las técnicas más favorables para nuestras vides, que a su vez nos ayuden a proteger y preservar nuestro tesoro más preciado: la tierra. Así, nos aseguramos una materia prima de calidad que se convertirá, con el paso del tiempo, en la fiel representación del terruño de Somontano: los vinos LAUS. ¿Cómo lo conseguimos? ¿Te suena el término viticultura sostenible?

La viticultura sostenible es un concepto basado en la aplicación de buenas prácticas, y pese a lo que mucha gente pueda pensar, no consiste únicamente en sustituir los productos químicos por aquellos permitidos por la producción ecológica o sostenible. A través estas buenas prácticas, se busca el respeto por el medio ambiente sin que esto afecte a la calidad de los cultivos. En definitiva, podría definirse como el modo de llevar a cabo la viticultura de forma coherente con los principios de la sostenibilidad, es decir, un modelo económicamente eficaz, socialmente equitativo y ecológicamente tolerable.

Ya desde hace años, los términos ecológico y sostenible están muy presentes en nuestra sociedad. Además, estos términos están estrechamente relacionados con la agricultura y cada vez resulta más habitual relacionarlos con el sector del vino. Pero ¿cómo aplicamos la viticultura sostenible en nuestros viñedos?

 

Fomentar la biodiversidad animal con las cubiertas vegetales

Una de las acciones de viticultura sostenible llevada a cabo en nuestros viñedos es el aprovechamiento de las cubiertas vegetales. Para ello, dejamos que en las calles crezcan, de forma espontánea, aunque estrictamente controlada, las cubiertas vegetales de gramíneas. Gracias a esta implantación cuidamos y fomentamos la biodiversidad animal, ya que estas cubiertas sirven de resguardo a la fauna útil, es decir, a aquellas especies de insectos y ácaros que depredarán sobre otras especies perjudiciales para el viñedo. Supone, por tanto, una forma natural de mantener un equilibrio entre plagas y depredadores. ¿Cuál es su consecuencia? Cuanta mayor sea la diversidad biológica, mayor capacidad tendrá el ecosistema creado alrededor de nuestros viñedos para resistir los ataques externos. Pero, además, está técnica tiene otras ventajas como reducir la erosión del suelo provocada por las lluvias otoñales para evitar arrastres de tierra y pérdida de suelo; o aportar nutrientes, oxígeno y materia orgánica a los suelos mejorando su estructura. Por otro lado, las cubiertas vegetales también contribuyen a la fijación natural de nitrato, necesario para la fertilización del suelo.

Aprovechamiento de los restos de las podas como medida de reducción de las emisiones de CO2

Otra de las acciones de viticultura sostenible que ponemos en práctica en nuestros viñedos es el aprovechamiento de los restos de la poda para utilizarlos nuevamente como materia orgánica en nuestros suelos y contribuir así a una reducción en las emisiones de CO2. ¿Cómo? Contrariamente a las técnicas tradicionales de extraer los sarmientos y quemarlos, que conllevaría un gran aumento de estas emisiones, en Bodega LAUS optamos por llevarlos de nuevo a su origen: la tierra. De esta forma, seguimos aportándole a nuestras vides la materia orgánica que, de no disponer de estos restos, deberíamos aportársela en forma de fertilizantes o químicos. Así, tras analizar los restos y comprobar que la madera desechada no presenta enfermedades fúngicas que puedan afectar negativamente a las nuevas cepas, los restos de poda son triturados e incorporados nuevamente al suelo.

Un sistema de riego eficiente que nos permite controlar la producción

agua del deshielo procedente de los pirineos

En cultivos frutales como la vid, el riego tiene un impacto directo tanto en el rendimiento como en la calidad del fruto. De ahí que una aplicación precisa del mismo resulte indispensable para el perfecto desarrollo de nuestras plantas. Por eso, y teniendo en cuenta que el agua es un recurso natural fundamental para un desarrollo sostenible, somos conscientes de la importancia que supone que el agua que riega nuestros cultivos provenga directamente del deshielo de las montañas de los Pirineos, cuyas reservas se acumulan en grandes balsas. Esto nos permite utilizar el agua estrictamente necesaria en los momentos preciso. Por eso, hacemos un uso limitado y consciente de nuestros sistemas de riego, hecho que resulta posible gracias a dos factores determinantes que benefician en gran medida las necesidades hídricas de nuestras plantas: la favorable tipología de nuestros suelos y el clima característico de nuestra zona. Así, se dan ocasiones en los que el uso de los sistemas de riego llega a ser extremadamente limitado o nulo, permitiéndonos reducir notablemente el consumo de este recurso tan preciado y asegurando al mismo tiempo una calidad óptima de la uva.

Control integrado de plagas para proteger nuestro viñedo

Además, en nuestro viñedo se combinan productos fitosanitarios compatibles con la producción ecológica con nuevas técnicas basadas en la sostenibilidad, como parte de una viticultura sostenible. Una de las más importantes es la técnica de confusión sexual para el control de la polilla del racimo. Esta estrategia, altamente eficaz, resulta una alternativa crucial contra el uso de insecticidas neurotóxicos y permite controlar a este insecto capaz de producir una de las plagas más letales para el viñedo, ya que las heridas que provocan en el fruto son un foco de entrada para la podredumbre (Botrytis).

¿Cómo conseguimos controlar estas plagas? Conociendo el ciclo vital del insecto: los insectos utilizan feromonas para comunicarse y son las hembras las que emiten feromonas sexuales para atraer a los machos y aparearse. Nuestra técnica se basa, por tanto, en colocar en el viñedo feromonas sintetizadas de la hembra mediante difusores que se distribuyen a lo largo de todas nuestras parcelas. Estas feromonas, utilizadas en grandes cantidades, confunden al macho haciendo que se desoriente y no sea capaz de localizar a la hembra, interrumpiendo así la evolución de la plaga y asegurando un control sobre la misma.

¿Te has quedado con ganas de seguir conociendo los secretos de nuestra viticultura sostenible? Pues no esperes más y ven a descubrirlos de la mano de nuestro equipo practicando el enoturismo en Bodega LAUS, una bodega para vivirla. ¡Te esperamos!

Publicado el 31 Mar 2021
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